MORBO Y MODERNIDAD
¡¡¡Rinnngggggg!!!
¿Hola?
¡¿Ya te enteraste Marieta, de lo que
pasó en la Embajada?!
¡Ni galleta, ni empanada, aquí no
se vende nada! Si quiere desayunar, mejor
trate de llamar a la paladar de Juana.
¿De qué me hablas, mi hermana?
Enciende el televisor, ya no es chisme ni
es rumor, se oyen ruidos, se oyen voces,
se ha formado el «acabose», en la Embajada
del norte ¡se fue hasta el embajador!
¿Filete de emperador? Quizá en el
Barrio Chino. Llégate a Cuatro Caminos,
como quien va pa Cristina, que allí mismo,
en esa esquina, había jurel y tocino&
¡Qué tocino ni jurel, despiértate hermana
mía, nadie sabe todavía lo que
pueda suceder! Trump ha venido a
«joder», lo que se habló con Obama. De
la noche a la mañana, al mundo ha
puesto a correr, con esa demencia cruel
que lo caracteriza. El protocolo ha hecho
trizas, tumbó visas, intercambios, ha
inventado un ruido extraño que ni su gente
divisa.
¡Ahora sí que te entendí! Eres
Rosa la melliza, que quieres cambiar
divisa, a 25 por uno. ¡Ve a la Cadeca de
Neptuno, no tienes que ir a La Lisa!
Pero si es que tienes prisa, aquí yo tengo
un vecino, que es un mulato fino,
que te lo puede cambiar y así te puedes
ahorrar como tres horas de camino.
¿Te digo su dirección?
¡Quien te habla es Asunción, tu hermana
de Jacomino! ¡Qué vecino ni vecino!
Por favor presta atención. Se comenta
que en la acción, ese rubio mal parido,
en Washington ha «barrido» nuestra
embajada cubana. Los mandó para La
Habana sin dar previa explicación. Sigue
inventando un montón de excusas sin
argumentos, y hasta este mismo
momento, con 2 000 especialistas, no
se encuentra ni una pista, ni regular ni
concreta, de tal arma secreta que al
parecer es muy lista. De fabricación certera,
arma seleccionadora, que por lo
visto hasta ahora, solo a ellos da sordera.
Yo te puedo asegurar, pues su maldad
no me explico, que para limpiar a
Trump, y a los que andan con él, no
alcanzará to el papel, que «regaló» en
Puerto Rico.
Ah sí, con puré sabe muy rico, y salsa
rusa, muy poca&
¡Mi hermana! ¿Te has vuelto loca?
¡No comprendo tu sordera!
Asunción, no es que yo quiera. Te
escucho bien, mas recuerda que siempre
estuve en la cuerda, de la moda y lo
de afuera. Evitarlo yo pudiera, pero es
que no está en mí, la modernidad es así,
llega de primera mano: hacerse el loco y
el sordo, se ha convertido en el morbo
del Gobierno americano.