Fanáticos al borde de un ataque de nervios
CUANDO usted esté leyendo estas líneas
es posible que ya se conozcan los dos
equipos finalistas de la 56 Serie Nacional
de Béisbol. Para algunos ya habrán
terminado los sufrimientos, mientras
que otros tendrán mayores desvelos.
Hablo de todos porque la nueva estructura
incluye a la gran mayoría de los
fanáticos de la pelota cubana, aunque
su equipo inicial, aquel por el que echaron
pie en tierra desde el inicio de la contienda,
haya sido eliminado en los diferentes
cortes. Sobre este tema y su
actual estado de nervios comenta mi
amigo Floro en su más reciente misiva.
«Estimado Jape, aunque desconozco
su actual afinidad con los equipos que
aún permanecen en disputa en el play off
de nuestro pasatiempo nacional, y no sé
cómo estará su estado emocional al respecto,
le quiero hacer una consulta. Acudo
a su sapiencia en estas lides porque
le puedo asegurar que estoy viviendo un
conflicto interno desgarrador desde que
mi equipo azul, Industriales, quedó afuera
en la primera vuelta, y algunos de sus
jugadores formaron parte de los conjuntos
clasificados a la etapa posterior. A
partir de entonces he sido hincha de
varios equipos a la vez. Con la misma
intensidad he disfrutado de las victorias,
y he sufrido por las derrotas de Holguín,
Matanzas, Villa Clara y Granma, incluso
cuando jugaban entre sí. Ahora mis
penas son mayores porque mis peloteros
preferidos siguen formando parte de
la nómina de tres de los cuatro grandes,
y aunque Ciego de Ávila no tiene a ningún
industrialista, lo considero un gran
equipo, merecedor de obtener el título
por tercera vez consecutiva. ¿Qué me
aconseja usted, eterno cofrade?».
Insuperable amigo Floro, permítame
en primer lugar desearle un feliz y próspero
2017, ya que es este nuestro primer
intercambio de misivas en el recién
comenzado año. Sobre su inquietud y
cuestionamiento puedo asegurarle que
no es el único fanático cubano que ahora
mismo está en similar disyuntiva. Por
solo ponerle un ejemplo le diré que mi
amigo y director del Centro Promotor del
Humor, Luis Enrique Amador Quiñones,
se encontraba el pasado lunes en una
encrucijada deportiva muy parecida a la
vuestra. Kike Quiñones, como casi todos
conocen, es un pinareño de pura cepa y
amigo personal de casi todos los integrantes
de su equipo provincial. El reconocido
humorista y actor no sabía si entregar
todo su corazón y sus fervientes
deseos de triunfo a Ciego de Ávila, Granma,
Villa Clara o Matanzas. Con los Cocodrilos
están Saavedra y Moinelo, dos de
sus preferidos. También entre sus favoritos
están los lanzadores Yosvani Torres
y Yaifredo Domínguez, que fueran escogidos
como refuerzos del equipo naranja.
Donal Duarte, Erlys Casanova y Vladimir
Baños, que también gozan de su
simpatía, juegan con el actual campeón
nacional. A esta dura prueba súmele que
«Bandurria», como le dicen a Kike la
mayoría de los niños, cuenta con un sinnúmero
de amigos entre los peloteros, la
población, el Inder y la cultura granmense,
sobre todo en Bayamo. ¿Alguien puede
asegurar por quién apuesta Kike en
esta Serie? Imposible. Ni él mismo puede
responder esta pregunta.
En resumen, querido Floro, con este
ejemplo quiero demostrar que nuestra
Serie Nacional de Béisbol, a pesar de su
inestable comienzo, ha ido ganando en
fuerza y calidad, y ha logrado brindar a
los fanáticos un espectáculo atractivo
que aún carece de ciertos encantos,
pero que, parodiando a Pablo, «se acerca
a lo que yo simplemente soñé».
Para no ser menos, estimado Floro, te
puedo asegurar que este año seré
campeón. Cualquiera que sea el equipo
que gane, igual lo merece; por tanto, ese
será mi equipo favorito.