Un tipo llamado Osval
DE niño coleccionaba la mayoría de las publicaciones destinadas
a la historieta y el humor gráfico que en Cuba circulaban.
Era la década del 80 y por entonces eran bastantes.
Influenciado por aquellos dibujantes, el adolescente decidió
confeccionar un boletín de humor que ilustraba con sus
primeras caricaturas y en el que reproducía textos publicados
en los suplementos humorísticos Palante y Melaíto. De modo
que sus primeros lectores fueron sus compañeros del aula,
familiares y hasta vecinos.
La realización en Ciego de Ávila de la Feria de Arte Popular,
sin quererlo le abrió a Osval las puertas al mundo editorial:
En el año 1980 asistieron al evento el ya fallecido caricaturista
Val y el escritor Tejeiro. Ellos estaban invitados para
apoyar la Esquina del Humor y hasta allí llegaron, por mediación
de un amigo, los dibujos de Osval. El trabajo del muchachito
le pareció interesante a los artistas habaneros. Tejeiro
hasta lo entrevistó para el hoy más antiguo suplemento de
humor cubano. Lo estimularon a colaborar en la publicación,
fue así como con 13 años se convirtió en el colaborador más
joven de Palante.
Con los dibujos publicados llegaron los primeros consejos
y clases de historieta por mediación del caricaturista avileño
Rafael Borroto (Rafael) y también nuevos espacios: las páginas
del Invasor, periódico de Ciego de Ávila.
Al llegar el período especial, cuando casi desaparecieron
muchas de las publicaciones impresas, Osval pierde su presencia
en la prensa pero no en los medios gráficos. Entonces,
dice: «Trabajé como pintor o diseñador en diferentes entidades
hasta que ya con 25 años llegué al periódico Invasor donde
trabajé cerca de ocho años».
Luego se arriesga a probar suerte como fotógrafo y en la
corresponsalía avileña de la Agencia de Información Nacional
(AIN), donde aún permanece trabajando.
En la actualidad, la fotografía y la caricatura son dos especialidades
que lleva a la par, aunque ambas las desarrolla de
forma autodidacta.
Al respecto comenta: «La fotografía es una profesión que
vinculo con la caricatura; al final creo que se unen de alguna
forma,pues las dos transmiten conceptos y mensajes,y algunas
también pueden lograr una sonrisa».
Sus imágenes pueden verse en el periódico Invasor, en
Palante, Juventud Rebelde, y este suplemento, además del
sitio digital Rebelión.
El Primer Premio, en la categoría de Historieta, del concurso
por el 45 aniversario de Palante —varias veces reconocido
por el Chispa Joven de esa publicación— y una mención del
reciente Salón de Humor Erótico y General de Santa Clara son
algunos de los reconocimientos recibidos por sus dibujos.
Aunque no es la caricatura personal su fuerte, asegura
que sus hijos Andy y Diego Manuel constituye sus más
logradas autocaricaturas. Cansado de ser un autodidacta
se esfuerza por graduarse, este curso, de Comunicación
Social y, mientras tanto, sigue la asesoría de la abogada y
esposa Laimí Díaz.