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Bésame, bésame mucho&

Luego de que, al parecer, ya ha quedado instituido que cada telenovela cubana debe incluir un beso que lleve a la polémica entre los televidentes, creo que lo mejor es hacer un repaso por la historia en aras de crear una base fuerte y documentada a la hora de entablar disputas en las redes. Esta modalidad (la bronca internauta), también me causa la impresión de que se ha convertido en un apasionado deporte, que quizá pronto aparezca en las Olimpiadas y con el cual los cubanos podremos rescatar nuestros sitios cimeros en la cita bajo los cinco aros.

Comenzaré por decirles que el beso más antiguo registrado tuvo lugar en Mesopotamia hace 4 500 años, mil años antes de lo que se pensaba. Por supuesto, no existían las telenovelas ni las luchas por la igualdad de género e inclusión social. Ni siquiera existían audiovisuales o revistas eróticas; pero estoy seguro de que sí había tremenda gozadera, y el evento también incluía la modalidad de todos contra todos.

Recientes investigaciones aseguran que «el íntimo contacto de labios entre dos personas, besarse, se practicaba en algunas de las sociedades mesopotámicas más antiguas y han aparecido referencias en textos que revelan que el beso romántico más arcaico de la humanidad tuvo lugar en el Medio Oriente». No en el medio de oriente, aclaro para los más avezados, con V y con Z.

«Los primeros textos en lengua sumeria sugieren que besar podría haber sido una actividad poscoital, o sea, que se disfrutaba después del sexo».

Yo pienso que el tema del ejercicio poscoital pueda estar muy relacionado con que entonces no había parques, colas, paradas de ómnibus, asientos de guagua, playas y campismos como espacios turístico-sociales& En fin, cualquier lugar público donde poder demostrar que, como diría Manzanero: ¡somos novios!... novias o «novies». Para que nadie se sienta excluido.

Hay algo que sí queda claro: en el caso de la modernidad, el beso, más que un ejercicio poscoital, es precoital, o sea, de calentamiento. Como en el deporte.

Es necesario que sepan que otras tendencias de investigación consideran que los humanos conocemos el beso desde que somos conscientes de tener boca, y el primer beso no fue romántico, fue un beso familiar: «No existiría la humanidad si las madres y cuidadores no hubieran destetado a los hijos dándoles los sorbos de agua directamente en la boca, así como las porciones de papilla masticada. Un gesto de ternura e intimidad, pero no de libido ni sexualidad».

Los estudiosos aseguran que existen demasiadas pruebas históricas de que el beso en los labios (y todo lo demás, por supuesto) se empezó a interpretar como algo esencialmente sexual de forma muy tardía en la evolución del hombre y la mujer.

Quizá esta sea la respuesta en busca a un consenso sobre el tema beso en la telenovela: ¿No es posible que los besos que aparecen en nuestras pequeñas pantallas solo sean besos de familiaridad, sin ninguna intención erótica?

Cada cual es libre de pensar lo que quiera. Besos, y hasta la próxima.