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Humanidad vs. inteligencia artificial

Por JAPE

CADA día, con solo encender tu teléfono móvil y conectarte a internet, ya tienes de manera gratis y de primera mano un tema que se convierte en el eje de rotación de la Tierra, tanto para los que giran con rosca izquierda, rosca derecha, o los que se pasan de rosca, que son muchos.

Para algunos es la manera de «estar al día con lo último». Otros encuentran un buen motivo para hacer menos aburrida su falta de contenido laboral, su frustración personal atada al existencialismo y al consabido hecho de no querer o no tener nada que hacer; porque los que realmente tienen contados sus minutos de asueto rara vez se dejan arrastrar por este notable «virus». ¿Creen que hablé mucha basura? De eso se trata. Claro está, siempre hay quienes ganan dinero, mucho dinero, a costa del lleva y trae en las redes, y no los critico. Existen quienes ganan mucho dinero con menos esfuerzo, y no se considera ilícito.

Entre otros temas «interesantes» de la pasada semana se encuentra el debate de si es buena o no la IA (inteligencia artificial), algo que existe oficialmente desde 1956, pero ya saben que a los cubanos a veces «la última» nos llega con cierto retraso, ya sea por el consabido bloqueo, o por las infinitas vueltas que da la bolita que marca nuestra conexión internáutica.

Quiero que sepan que a estas alturas ya existen muchas formas de inteligencia artificial que conviven en el quehacer de la humanidad y que el hombre y la mujer explotan según sus intereses, y utilizan para explotar los intereses ajenos. Entre los más conocidos programas o aplicaciones están, por ejemplo, la MyHeritage: una plataforma online que te permite conocer más sobre tu árbol genealógico mediante una extensa base de datos y pruebas de ADN capaz de determinar cuáles fueron tus antepasados. De más está decir cuán valiosa es esta herramienta en manos de un cubano que quiere saber de dónde vinieron sus tatarabuelos. Esta aplicación también es capaz de darle color a una foto antigua. Creo que, si se trata de un matrimonio que no se llevaba bien, la aplicación no procede. Boomy, un espacio dotado de inteligencia virtual capaz de producir canciones sin tener conocimientos de música, ni composición, incluso sin haber tocado un instrumento nunca. Además, puedes incluir y manipular tu voz. Según sus credenciales, «esta herramienta permite generar piezas completamente originales en pocos minutos, y evita las políticas de derecho de autor». Para los que no la conocían, ya saben de dónde sale tanta mala música que nos rodea. Al parecer la aplicación también te consigue millones de fanes rápidamente.

Existe un programa que utiliza la inteligencia artificial para transcribir conversaciones o reuniones de trabajo a un documento escrito. Su nombre es Beulr, y sus diseñadores aseguran un 98 por ciento de eficacia. Al parecer algunos directivos y periodistas ya la conocen, sin embargo, no logran dominarla aún.

Con nombre de mujer aparece Elsa, una app de inteligencia artificial que te ayuda en el rápido aprendizaje de idiomas. Está diseñado para mejorar la pronunciación a partir de una tecnología desarrollada con datos sonoros de distintos hablantes del idioma y con diferentes acentos, particularmente el inglés.

Sus creadores ya anuncian el empleo de esta aplicación móvil de manera gratuita y, si te interesa, existe la versión de pago Elsa Pro. Sería bueno que algunos de los comunicadores de habla hispana revisaran esta aplicación, no en inglés, sino en español. Nunca está de más.