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19 de abril de 2024 00:25:47 | Edición impresa | Síguenos en: rss

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Chago Armada, el desconocido

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Dibujo de Chago Armada Foto: Dedeté

Por Dedeté

Santiago Armada (Palma Soriano, 1937-1995) estudió en la Escuela de Comercio de Santiago de Cuba, de la cual recordaba con distinción a su condiscípulo, el actual ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y general de Cuerpo de Ejército Julio Casas Regueiro.
A inicios de 1958 es reclutado por una de las luchadoras más extraordinarias de la lucha clandestina, la doctora María Antonia Figueroa Araújo, y marchó a la Sierra Maestra como recluta.
Después de entrenamientos y marchas en el duro macizo montañoso se incorporó, junto con el  general de brigada Moisés Sio Wong a la tropa del Comandante Ramón Paz, un gran estratega caído durante la ofensiva batistiana de mayo a agosto de 1958.
Chago participó en los cruciales combates de Santo Domingo (Uno y Dos), Casa de Piedra y Meriño.
Trabajó para Radio Rebelde y para el periódico El Cubano Libre, fundados ambos por el legendario guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara. En El cubano&dio a conocer su personaje Julito 26, tal vez un antecedente de Elpidio Valdés.
Para la emisora adaptó letras de canciones populares entonadas más tarde por el Quinteto Rebelde durante los días del cerco contra el batallón 18 del ejército de Batista en El Jigüe.
De sus poesías recordaba una anécdota con Ernesto Guevara: Hice un poema en que decía: Entre loma y loma y entre pico y pico. El Che, que gustaba de la poesía me miraba con su cachimba y repetía burlón: Así que entre loma y loma y entre pico y pico.
Camilo Cienfuegos, el ex estudiante de San Alejandro, le dedicó una caricatura.
Junto a su esposa Dalia, del pelotón Mariana Grajales, integró en enero de 1959 la Caravana de la Victoria que acompañó a Fidel Castro de Oriente a Occidente.
Ese mismo año se incorporó al periódico Revolución, en el cual trabajó como diseñador y caricaturista.
En La Habana que recibió al joven Chago existía desde finales de 1956 un relevante movimiento humorista, inspirado en la obra de Saul Steinberg, y encabezado por nombres como Jesús de Armas y Rafael Fornés.
El húngaro Steinberg, estudiante de filosofía, había revolucionado el humor convencional, de risa fácil, por un planteamiento más profundo en el plano de las ideas e innovador en el orden formal desde las páginas de la revista The New Yorker.
Este rebelde se pronunció contra la consideración del humor como arte bastardo y colocó a los humoristas en el plano de clásicos, con un humor de línea y color mediante una voluntad de expresión, bajo la concepción de que el prudente no ríe, sino temblando.
Fornés, en su relación con otros artistas más preocupados por hacer pensar que vender, creyó que el momento había llegado con la Revolución, y solicitó la creación de un espacio para su movimiento.
Del periódico Revolución le vino la ayuda.
El pitirre fue el medio de expresión novedoso y vanguardista, al cual se nuclearon también René de la Nuez, Chago Armada, José Luis Posada, Eduardo Muñoz Bachs y Frémez. Incluso Titón (Tomás Gutiérrez Alea), con su espíritu inquieto, publicó alguna que otra caricatura.
Chago creó su personaje Salomón que, según le relató en una oportunidad, sería su trasmisor de ideas. Como figura explotaría su trascendencia en el tiempo, por esa razón prescindió de ropaje y lo metió en efectistas fondos negros que acentuaban los contrastes para exaltar la autenticidad y el mensaje del protagonista.
Chago desde el punto de vista de la imagen partía del símbolo fálico y disfrutó sobremanera Cecilia, de Humberto Solás.
Ya para 1963 dejó de exponer en los circuitos y solo en 1968 salió de ese ostracismo con su pintura La llave del golfo, que apelaba a la fuerza viril de la Revolución Cubana y que se hizo popular en el mural gigante del Salón de Mayo de La Habana.
Chago se refugió en el diseño del periódico Granma, en la lectura y en la poesía, y en alguna que otra exposición colectiva marginal.
Su última muestra pública tuvo lugar en enero de 1995 en Espacio Aglutinador, una galería cimarrona auspiciada por jóvenes artistas. Se escuchaba música de Jim Morrison, pues sus amigos conocían que el artista estaba bajo el impacto del filme de Oliver Stone sobre el líder de The Doors. Poco tiempo después sorprendió la noticia de su muerte.
Con él se fue no solamente un humorista genial de Cuba, también una conversación nocturna irrepetible. Su deceso fue muy doloroso para sus amigos.
Fundador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), y miembro de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). Chago está considerado junto a Servando Cabrera Moreno, Raúl Martínez, Antonia Eiriz y Humberto Peña como miembro de la vanguardia artística visual de la década de los 60.