dedeté

Sitio de humor cubano

23 de abril de 2024 16:40:07 | Edición impresa | Síguenos en: rss

La Columna

cortar

¿Pelota con la camiseta de Messi?

aumentar disminuir imprimir

Por Jorge Alberto Piñero (JAPE)

«Al team que tiene ahora la universidad, solo se le gana de casualidad».

Estrofa del canto deportivo de los antiguos Juegos Caribe, de la Universidad de La Habana

 

«ESTIMADO Jape, he retomado nuevamente

los ejercicios físicos para tratar de deshacerme

de algunas libritas de más que se

han empeñado en acompañarme en mi

casi sedentaria vida. Al regresar al Juan

Abrantes, el viejo Estadio de la Universidad,

mi mayor sorpresa fue cuando dirigí la mirada

al centro del óvalo que marca la pista:

¡Ya no existe el terreno de pelota que antes

relucía en esa área! Ahora todo es un inmenso

campo de fútbol. Primero desapareció

el pequeño terreno de softbol, junto a

las canchas, y ahora se borra completamente

el cuadro con el diamante y el home

plate. Si la Universidad también ha decidido

virarle la espalda al béisbol, ¿qué nos espera?

¿Definitivamente no habrá más pelota?».

Querido amigo Floro, considero que has

sido un poco rimbombante y exagerado en tu

planteamiento. No podemos afirmar categóricamente

que se haya decidido no jugar

más pelota en los predios de la casa de altos

estudios. Yo también asistí recientemente al

histórico centro deportivo con la misma intención

que tú: la de bajar unas libritas. No cabe

dudas de que correr junto a tantas jóvenes

bellas y algunos muchachones, si no es un

ejercicio eficaz, al menos te sube la autoestima

y las ganas de vivir; incluso te dan deseos

de divorciarte& pero no hay que llegar a los

extremos.

Al igual que tú, me percaté de la ausencia

del terreno de pelota y de otras áreas cuya

precariedad se suma al deterioro de toda

la excelsa edificación. Sé que dicha reparación

sería muy costosa, y los tiempos peliagudos

no permiten ni soñarlo; pero debe

haber prioridades. Estamos hablando, amigo

Floro, de uno de los mejores terrenos de

pelota de Cuba hasta los años 60. El que

mejor drenaje tenía. En la cuarta década del

pasado siglo, al entonces llamado Stadium

Caribe, por los Juegos Caribe universitarios,

quisieron convertirlo en el estadio del béisbol

profesional cubano. Ante la negativa de

la dirección de la Colina, y por otras circunstancias,

se construyó entonces el Gran

Stadium del Cerro, actual Latinoamericano,

próximo a cumplir 70 años.

Mi amigo Ismael Sené, que vivió toda

esa etapa, me comenta además que durante

mucho tiempo este fue el terreno de la

Unión Atlética de la Liga Nacional Amateur

de Béisbol Cubano. Allí el corpulento pitcher

reglano Wilfredo Roca, alias «Cacatúa», bateó

uno de los jonrones más largos de que

se tenga noticia: ¡la puso de aire en la loma

del Calixto, por el jardín derecho! Sené me

asegura que este estadio fue la cuna de los

más importantes eventos deportivos y políticos

de la época, y fue el lugar donde por

vez primera vio, a solo unos pasos, al líder

estudiantil José Antonio Echeverría.

Volviendo a la actualidad, es cierto que

nuestro deporte nacional cada vez está en

mayor desventaja. No pocos terrenos de

pelota han desaparecido de las instalaciones

deportivas. No debemos volver a la génesis,

cuando en 1898 el coronel Maciá jugaba

pelota en la manigua mambisa. Quizá

en tiempos futuros, practicar este deporte

sea una acción clandestina y de voz en voz

se pase la alerta: «Este domingo se juega en

Guanabacoa». ¿Llegará el momento en que

al igual que hacen los alumnos de las diferentes

graduaciones, tengamos que hacer

un llamado a los fanáticos del béisbol que

han sobrevivido, para vernos en algún sitio

en los alrededores de la Ciudad Deportiva?

Hace apenas unos días se retiró oficialmente

el villaclareño Ariel Pestano, uno de

los grandes receptores del tricolor equipo

nacional. Tal parece que ellos se van llevando

el último aliento. Yo por lo pronto seguiré

haciendo ejercicios y compraré una camiseta

de Lionel Messi o de Cristiano Ronaldo,

para no alejarme demasiado de la moda. No

obstante, dejaré el guante y el bate cerca

porque, a pesar de los pesares, presiento

que definitivamente sí habrá pelota.